Cuando hablamos de mediación vecinal o comunitaria hacemos referencia al tipo de mediación que se desarrolla en el ámbito vecinal, en entornos en los que necesariamente se necesita de una convivencia pacífica entre vecinos para poder llevar una vida tranquila. 

No obstante, no siempre es fácil convivir con los demás, dada la complejidad de las relaciones que genera la convivencia, lo que a menudo origina situaciones conflictivas que en muchas ocasiones no encuentran respuesta satisfactoria en las vías tradicionales de gestión de conflictos, como podría ser la vía judicial.

Es ahí donde la mediación vecinal se presenta como una alternativa  válida  para resolver los conflictos vecinales, al contribuir a la eficacia de los acuerdos que las partes alcancen durante su procedimiento, así como también a una mejora de las relaciones en el futuro, al ofrecer a las partes un espacio de diálogo a través del cual gestionar sus diferencias y, de forma pacífica, tratar de encontrar soluciones que contribuyan a mejorar la convivencia diaria.